En las últimas horas el espacio político “Juntos por el Cambio”, dio a conocer un comunicado titulado “Malvinas: nada se logrará sin diálogo”, el cual es acompañado con la firma de los principales referentes a nivel nacional de dicho espacio.
En el mismo se critican las declaraciones brindadas por el Canciller Felipe Solá, mencionando que ellas “significan el regreso a la política de enfrentamiento con el Reino Unido que no ha logrado ningún tipo de avance en 12 años de gobierno kirchnerista”, aludiendo que Solá “no puede desconocer que la declaración conjunta de prensa de septiembre de 2016, no constituye un acuerdo sino una hoja de ruta que marcó un rumbo diferente a la política de confrontación y conflicto desplegada por el kirchnerismo”.
Alude también el comunicado mencionado a que “la suspensión de intercambio de información en materia pesquera afecta a la posibilidad de combatir más efectivamente la depredación de las especies ictícolas en el Atlántico Sur, en momentos en que la pesca ilegal amenaza con la extinción de la riqueza pesquera en nuestro territorio marítimo”.
En ese sentido, el Secretario de Malvinas, AIASyAI, Andrés Dachary analizó y respondió el comunicado de esta alianza política, asegurando que justamente “la suspensión de la cooperación en asuntos pesqueros que se encontraba encuadrado en la declaración conjunta del 13/9/16, de la cual el único beneficiario era el Reino Unido, no se refiere a otra cosa que a la protección de nuestros recursos naturales, los cuales son ilegalmente explotados por la potencia ocupante, quien haciendo oídos sordos a las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y su Comité de Descolonización continúan realizando actos unilaterales en la zona”.
De esta manera el Secretario afirmó que “es difícil de entender la lógica de exigir cooperar con un Estado que ha invadido nuestro país y que sistemáticamente se niega a la reapertura de negociaciones a pesar de un sinnúmero de resoluciones de la ONU que lo instan. El tiempo en el que Argentina removía los obstáculos para fortalecer la presencia británica en nuestra provincia ha pasado, creemos que Malvinas -tal como lo propone el actual proyecto remitido al Congreso por el Presidente de la Nación- requiere de miradas múltiples, pero no podemos desconocer la situación actual y pretender disimular la existencia de una disputa sobre el territorio argentino de Malvinas y los múltiples perjuicios que esto genera. El único obstáculo presente que requiere ser “removido” es la disputa de soberanía”.
Se suma a esto el hecho de que “es ofensivo y falaz que se pretenda seguir asociando desde un sector político el trabajo hecho en pos a la identificación de nuestros soldados caídos en el Conflicto del Atlántico Sur como un logro asociado a una política ‘no confrontativa’ con el Reino Unido y a un acuerdo que pudo haber resultado extremadamente nocivo para el interés nacional. El reconocimiento de los soldados enterrados en el Cementerio de Darwin es un proceso de años que fuera impulsado por Veteranos de la Guerra de Malvinas y distintas instituciones y se encuentra estrictamente enmarcado y regulado por el Derecho Internacional Humanitario”, recordó Dachary.
El titular de la Secretaría de Malvinas, los instó a “evolucionar en esta lógica que si un gobierno no coopera con el saqueo de nuestros recursos es ‘confrontativo’. Las acciones impulsadas por nuestra Cancillería se encuadran en nuestro marco jurídico y en el ejercicio de acciones de jurisdicción, como en cualquiera otra parte de nuestro país, y en ningún momento se ha avanzado proponiendo una situación de enfrentamiento con el Reino Unido”.
Finalmente Andrés Dachary dejó muy en claro que “el proyecto de Ley enviado al Congreso de la Nación para la creación de una Comisión compuesta por múltiples actores y que persiga la construcción de una verdadera Política de Estado en torno a Malvinas, puede constituirse, sin dudas, como la mayor fortaleza institucional para avanzar en el cumplimiento de la Disposición Transitoria Primera de nuestra Constitución Nacional, pero exigirá a las partes intervinientes, en especial a los diferentes espacios políticos, a una profunda revisión de lo que implica para cada uno de los mismos que, producto del colonialismo, hoy una parte de la República Argentina y de la provincia de Tierra del Fuego se encuentra usurpada por una potencia extranjera que amenaza, además, la seguridad de la región toda”.